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Preguntas y respuestas sobre el suelo pélvico

“Aquí encontrarás las preguntas más frecuentes sobre la salud íntima de la mujer”.

A partir de los 15 días tras el parto vaginal y 3 semanas post-cesárea puedes evaluar tu abdomen y tu suelo pélvico, no hace falta que esperes a la cuarentena.

La cesárea es una cirugía mayor que produce varios cambios a nivel de la pelvis. Debes tratar tu cicatriz de forma precoz tanto por fuera como por dentro para evitar adherencias y problemas en tu abdomen y suelo pélvico.

La incontinencia urinaria tiene tratamiento funcional, con excelentes resultados. Lo primero será valorar la zona para ver cual es el motivo que genera tu incontinencia y dar un tratamiento personalizado que consiste habitualmente en terapia manual, diatermia y ejercicios.

La incontinencia urinaria o de gases puede ser común en los primeros días tras dar a luz, pero no debe persistir semanas después. No es normal que se escape el pis, el gas o las heces; y si esto pasa deberías valorar tu suelo pélvico.

Las fisuras anales aparecen habitualmente por una mala gestión de la presión intrapélvica. Las fisuras tienen tratamiento desde la Fisioterapia para ayudar a cerrar la mucosa, así como corrección de hábitos y reeducación pélvica. Si operas tu fisura sin corregir los factores que la produjeron tienes riesgo de volver a desarrollarla.

El dolor menstrual no es normal. Un dolor incapacitante que te obligue a tomar fármacos para poder “sobrevivir” no es normal, aunque las pruebas ginecológicas no digan nada. El motivo primario puede ser una enfermedad pélvica no diagnosticada o puede deberse secundariamente a una mala gestión de la inflamación o alteraciones de la mecánica uterina que hay que valorar y tratar.

La fisioterapia del suelo pélvico no cura la endometriosis pero ayuda mucho a aliviar el dolor, tratar las adherencias y en general mejorar la sintomatología que puede desencadenar en el tracto urinario o intestinal.

El suelo pélvico debería valorarse a partir de las 12 semanas de gestación en todos los casos tanto para preescribir la actividad física que necesitas sabiendo de que punto partes como para tratarlo como parte del sistema que llamamos CALP (complejo-lumbo-pelvico-
perineal). No debes esperar al final del embarazo para empezar a prestarle atención ya que tu suelo pélvico debe ir adaptándose de la mejor forma igual que lo hace tu pelvis para el parto.

No, el sexo no debe doler. El dolor con las relaciones sexuales sexuales se llama dispareunia, es habitual pero no normal. Desde la Fisioterapia también tratamos el dolor sexual.

El suelo pélvico debería ser valorado en todas las mujeres en algún momento de su vida, independientemente de que tengamos hijos o no para mejorar el autoconocimiento y prevenir problemas posteriores.

En la menopausia se producen cambios en los tejidos vulvares y vaginales, por la bajada de los estrógenos. La Fisioterapia del suelo pélvico ayuda a paliar los efectos mejorando la movilidad, lubricación y en general fortaleciendo los tejidos de la zona.

No siempre el escozor es infección de orina. Esa sensación puede deberse a otras causas como una trigonitis, un sindrome de vejiga dolorosa, tensión en tu suelo pélvico o alguna alteración neurológica.Las infecciones de repetición irritan la mucosa pudiendo perpetuar el dolor. En cualquier caso lo primero es la evaluación.

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