Tratamiento del dolor lumbar y pélvico en el embarazo
- Edurne Escalada
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- 05/04/2023
Hoy vengo a hablaros del tratamiento del dolor lumbar y pélvico en el embarazo. El dolor lumbar y pélvico son habituales en el embarazo y se tratan desde la Fisioterapia del suelo pélvico. Este dolor es fruto de una serie de alteraciones biomecánicas que de no tratarse conllevan un exceso de presión y/o tensiones en diferentes áreas corporales que deben trabajar de forma coordinada, cómo son la faja abdominal, la columna lumbar, el diafragma torácico y el pélvico.
El dolor lumbopélvico es aquel que se produce a nivel de la columna lumbar y zona pélvica anterior y/o posterior, con irradiación o no a las extremidades inferiores. Este patrón de dolor tiene una alta prevalencia en las mujeres en la gestación, asociado a desordenes biomecánicos y posturales fundamentalmente. Casi el 80 por ciento de las mujeres embarazadas manifiestan haberlo padecido en mayor o menor medida, sobretodo cuando el embarazo está más avanzado, entre el segundo y tercer trimestre.
Cambios corporales durante la gestación
El cuerpo de la mujer embarazada experimenta una serie de cambios durante la gestación que pueden influir en la aparición del dolor lumbopélvico. Los cambios que se producen tienen que ver con el aumento del contenido de agua corporal, el crecimiento uterino, así como el clima hormonal.
Cambios posturales
El aumento de tamaño del abdomen conlleva toda una serie de modificaciones biomecánicas a nivel de la pelvis, coxofemorales y columna lumbar. El cambio del eje de gravedad hace que el cuerpo de la mujer desarrolle una serie de compensaciones aumentando el estrés ligamentoso y articular. Además el aumento de la relaxina produce dolor articular.
Los cambios posturales se van sucediendo a medida que va creciendo el útero y producen:
- Una rotación anterior de la pelvis.
- Aumento de la lordosis lumbar con más estrés para las articulaciones.
- Incremento de la presión intraabdominal y sobre el suelo pélvico.
- Cierre anterior con enrollamiento de los hombros y anteposición de la cabeza.
- Horizontalización de las costillas, ascenso del diafragma y redistribución de los órganos.
" La Fisioterapia se encarga de favorecer la sinergia pélvica y la movilidad articular y del raquis durante la gestación mejorando el bienestar materno-fetal"
Edurne Escalada
Aumento del contenido de agua corporal
El contenido total de agua corporal aumenta en cerca de 8’5 litros en la mujer embarazada. Este aumento de líquido se produce a nivel de las macromoléculas presentes en el tejido conectivo de la columna vertebral y pelvis, incrementando a su vez la laxitud de estas articulaciones, contribuyendo a la aparición del dolor.
Congestión de los vasos epidurales
La congestión de los vasos epidurales se produce por el aumento de volúmen plasmático (aumento del volúmen de sangre en el organismo). Además se produce la compresión sobre la vena cava por el crecimiento uterino. La congestión de los vasos produce dolor y muchas mujeres pueden quejarse de congestión y pesadez en las piernas o en las plantas de los pies.
Cambios hormonales
Se produce un aumento de la progesterona y la relaxina especialmente. La relaxina es la hormona encargada de aumentar la laxitud a nivel de las articulaciones para permitir la acomodación del bebé durante el embarazo y el parto. Este aumento de laxitud pueden ser causa del dolor por un exceso de tensión sobre los ligamentos.
Es muy importante por tanto potenciar la musculatura encargada de dar estabilidad a la pelvis. El trabajo de la musculatura glútea y la faja abdominal evita que se sobrecarguen otros músculos que pueden fatigarse rápidamente como son los rotadores de la cadera y amortiguadores del suelo pélvico. De ahí las temidas «pseudo-ciáticas durante el embarazo».
Tipos y localizaciones del dolor lumbopélvico
Como hemos dicho el dolor lumbopélvico puede afectar a la zona lumbar, pélvica e irradiar a extremidades inferiores.
Se puede además asociar a:
- Disfunciones de la sínfisis pubiana: puede aparecer dolor en el pubis tanto por un exceso de tensión sobre la musculatura adductora como por una falta de tono en la faja abdominal profunda. En algunas mujeres se produce entesopatía de pubis, una alteración de los tendones que ahí insertan.
- Disfunciones del sacro: el sacro puede verse sometido a mucho estrés debido al aumento de presión sobre los ligamentos sacrotuberosos así como por la tracción del útero en su verticalización conforme crece hacia arriba. Además el aumento de tono de algunos músculos como los piramidales pueden producir dolor.
- Diástasis recti: la línea alba se estira durante la gestación por el crecimiento del útero, produciendo una diástasis fisiológica. La diástasis sin embargo no debe ser excesiva y debe procurarse un trabajo de la musculatura del abdomen durante toda la gestación que facilite su funcionalidad.
- Síndrome del piramidal: el exceso de tensión de este músculo puede dar dolor en la región glútea e irradiar hacia las piernas. Este dolor a veces se confunde con una afectación del nervio ciático.
- Neuralgia intercostal: la cintura debe borrarse durante el embarazo, y los diámetros costales aumentarse. La falta de movilidad del diafragma torácico, cintura escapular y dorsal puede dar dolor en las costillas.
- Disfunciones del suelo pélvico: la falta de trabajo coordinado durante el embarazo del abdomen con el suelo pélvico puede acabar dando disfunciones como dolor perineal, incontinencia urinaria o la aparición de varices vulvares.
Tratamiento del dolor lumbopélvico durante el embarazo
La mejor forma de prevenir el dolor lumbopélvico durante el embarazo es cuidar nuestra salud física durante la gestación. Para ello acudir a un profesional que nos oriente sobre la actividad física que podemos hacer será fundamental. Aprender que ejercicios son adecuados según la semana, controlar la buena activación del transverso abdominal, no realizar hiperpresiones…. todo esto nos ayudará a tener una gestación más saludable.
Está demostrado que el ejercicio físico durante el embarazo tiene muchísimos beneficios tanto para la mamá como para el bebé y entre ellos se encuentra la mejora de la postura, la prevención del dolor de espalda y control del aumento de peso.
Además, realizar una valoración postural con tu fisioterapeuta te será muy útil para conocer qué aspectos debes trabajar durante cada trimestre de tu embarazo.
En cuanto a la terapia en consulta, el uso de técnicas como la terapia manual osteoarticular, terapia miofascial, terapia visceral… serán poderosas herramientas que ayudarán a aliviar tensiones y prevenir la aparición de desequilibrios biomecánicos que puedan acabar produciendo dolor.
El tratamiento de la vida ginecológica no se asemeja ni mucho menos al que se realiza fuera de la gestación, no obstante, el suelo pélvico deberá tratarse cómo parte de todo el sistema musculoesquelético de la mamá, asegurando que realice un trabajo coordinado, que mantenga su tono y esté flexible de cara al parto.
El suelo pélvico se debe valorar desde el principio para garantizar la correcta sinergia abdominal y pélvica durante todo el embarazo y de cara al parto. No hay que esperar a que aparezca dolor para acudir al fisioterapeuta.
Edurne Escalada
Por tanto tus aliados serán:
- Ejercicio físico adaptado y regular.
- Trabajo postural controlado con un fisioterapeuta formado.
- Terapia manual para reequilibrar las tensiones que puedan aparecer.
- Dieta sana y descanso adecuado.
- Paz, tranquilidad y mucho amor!
Espero que esta entrada te sea útil. Si quieres saber más a cerca de otros aspectos relativos a la salud en la mujer, no dudes en seguir el blog. Si tienes dudas, ¡pregúntame!, estaré encantada de responderte.