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Cómo cuidar de tu suelo pélvico

Cuidar del suelo pélvico

Seguramente ya has escuchado el término suelo pélvico alguna vez, fundamentalmente vinculado al postparto y la menopausia o a los ejercicios de kegel. Nada más lejos de la realidad pero quiero aclarar un punto sobre esto….

El suelo pélvico no sólo tiene que ver con estos eventos en la vida de la mujer, el suelo pélvico se ve influído por otras circunstancias como son el día a día: alimentación, postura, trabajo que desempeñamos, deporte que realizamos….. y de su salud dependerá que tengamos equilibrio de nuestra zona pélvica.

Todos los seres humanos tenemos suelo pélvico aunque obviamente es diferente su conformación entre hombres y mujeres. Digo esto para que quede claro y esque hay quien piensa que esta parte anatómica es exclusiva de la mujer y creo que es importante tener este concepto claro.

Pero…. ¿Qué es el suelo pélvico?

El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior. Su normal funcionamiento determina el de otras estructuras como la vejiga, la uretra, el útero y el recto. Por tanto, interviene en la micción, en la defecación, en la contención y expulsión de gases, en la función sexual, en el parto y por supuesto en la postura.

La mujer tiene más posibilidades de desarrollar una disfunción del suelo pélvico ligado principalmente a su anatomía, a la influencia de las hormonas (fundamentalmente desde la menopausia) y a su pasado obstétrico; factores que la hacen más vulnerable a sufrir lesiones a este nivel y por tanto los programas de prevención son fundamentales.

Es pues una estructura muy importante a nivel musculoesquelético y visceral, cuyo equilibrio se acompasa con la pared abdominal, el diafragma, la columna lumbar y la pelvis, formando un conjunto que denominamos CALP (complejo abdomino-lumbo-pélvico), y que funciona (si me permites la expresión) como un castillo de naipes ya que si una de dichas cartas no trabaja correctamente haciendo su función de soporte, todo el CALP se verá afectado.

Vejiga, útero y recto

Pelvis con órganos de arriba a abajo: vejiga, útero y recto

«El suelo pélvico no trabaja solo sino como parte de un sistema que incluye a columna lumbar, diafragma torácico y pared abdominal con todas las vísceras»

Edurne Escalada

¿Cómo saber entonces si necesito una valoración del suelo pélvico?

Necesitarás una valoración del suelo pélvico si tu respuesta es SÍ a las siguientes situaciones:

  • Orino más de 6-8 veces al día, o más de 2 a la noche
  • Me cuesta empezar a orinar o noto poca presión del chorro
  • Se me escapa el pis aunque sean gotas a veces
  • Tengo estreñimiento crónico
  • Tengo incontinencia de gases, heces, noto abierta la vagina
  • Tengo sensación de bulto o pesadez en la vagina
  • Sufro dolor en las relaciones sexuales, falta de deseo, sensibilidad o déficit orgásmico
  • Tengo cistitis de repetición o infecciones vaginales de repetición
  • Me duele la pelvis, el sacro constantemente, el pubis o el cóccix
  • Padezco lumbalgias recurrentes que no consigo resolver

Y en las siguientes situaciones especiales:

  • Quiero quedarme embarazada, lo estoy o ahora acabo de serlo
  • Hago deporte presivo como saltos, crossfit, correr, pesas
  • Soy sedentaria, tengo un trabajo muy estático, o padezco estreñimiento
  • Estoy en la menopausia
  • Fui mamá hace años y ahora me empieza a doler la espalda, se me escapa alguna gota de pipí, he notado cambios en mi cuerpo…
  • He tenido cirugías abdominales o pélvicas

¿Quieres localizar tu suelo pélvico?

Consejos para cuidar se tu suelo pélvico

A tu suelo pélvico le gusta lo mismo que le gusta al resto de tu cuerpo, por tanto aquí van algunas recomendaciones que puedes seguir para mantenerlo en forma:

  • Hidrátate correctamente: el cuerpo humano es una 80% agua, y tu suelo pélvico está formado por tejidos de sostén, tejidos conectivos y recubierto por dentro hacia los órganos con fascias viscerales y mucosas. De modo que mantener un correcto nivel de hidratación es fundamental.
  • Aliméntate correctamente: con proteínas de calidad que ayudan a la creación de tejidos nuevos, evitando los procesados y los azúcares (producen inflamación y sobrecrecimiento bacteriano).
  • Mueve a tu suelo pélvico: realiza ejercicios de contracción de tu suelo pélvico, intégralo en tu actividad deportiva o haz hipopresivos. El movimiento le va a tu suelo pélvico que no veas porque vasculariza y lo fortalece, así que no lo descuides. 
  • Relaciones sexuales: contigo misma o con tu pareja, al suelo pélvico le gustan las relaciones. Esto ayuda a mejorar su trofismo, su lubricación, su sensibilidad y sus reflejos. 
  • Evita el uso de salvaslip: crea un entorno en la que la zona vulvar no transpira, con riesgo de irritaciones e infecciones. Permítete salir del salvaslip y cambia tus braguitas si necesitas alguna vez más al día.
  • No enjabones tu vulva: los genitales no necesitan tanto jabón, de verdad, AGUA, bien de agua y ya está, tiene sus propios mecanismos de limpieza, no necesitas echarle fragancia de rosas, tu vulva huele a vulva y ya está.
  • Acude a tu fisio de suelo pélvico: especialmente si tienes algún síntoma o circunstancia de las que he detallado arriba, pero también para prevenir, para mejorar tu autoconocimiento y mejorar tu calidad de vida.

¿Quieres saber más acerca de cómo cuidar tu suelo pélvico? Puedes conocer todas las novedades del suelo pélvico en Instagram 

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@edurne_escalada

“ Tu viaje hacia
una mejor salud pélvica.”

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